martes, 5 de marzo de 2013

¿Se puede medir la inteligencia?

Capacidad de entender o comprender, de resolver problemas. Así es como define la Real Academia Española el concepto de inteligencia. ¿Dónde se ubica? ¿Qué es lo que la determina? ¿Es posible medir esta capacidad? ¿Sirven los tests que cuantifican el coeficiente intelectual? Todas las respuestas. La inteligencia, en un mapa Según un estudio estadounidense que publica MuyInteresante.es, “la inteligencia general está basada en la comunicación eficaz entre una serie de regiones específicas de ambos hemisferios cerebrales”. Es decir, en vez de alojarse en una única estructura, está ubicada en una red de regiones en ambos lados del cerebro, concretamente en el lóbulo frontal inferior y el parietal superior del hemisferio izquierdo, con contribuciones del derecho. Y, cuanto más densas son las conexiones entre estas áreas, mayor es la inteligencia, según los resultados publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Science. Para llegar a esta conclusión, analizaron el cerebro de 241 personas que sufrieron lesiones cerebrales a los que se había realizado un test de inteligencia y relacionaron el resultado de su coeficiente intelectual con el tipo de lesiones. Hoy eres inteligente; mañana, no sé Si bien los abuelos son los sabios que acumulan experiencia y pueden darnos muy buenos consejos, no son necesariamente más inteligentes. ¿Cómo es esto? Según un estudio del University College de Londres, Inglaterra, que publicó la revista Nature, el cociente intelectual puede variar a lo largo de la vida. A través de resonancias magnéticas y tests de inteligencia, fueron analizadas las estructuras cerebrales de jóvenes de entre 12 y 16 años. Cuatro años después, se repitieron los estudios y se detectó que, mientras en algunos casos el coeficiente había aumentado, en otros, había disminuido hasta 20 puntos. Según publica MuyInteresante.es, los cambios coincidían con variaciones en la estructura del cerebro: “Tendemos a asesorar a los niños y a decidir el curso que seguirá su educación cuando son pequeños, pero comprobamos que su inteligencia continúa desarrollándose y puede, incluso, mejorar hasta mucho más tarde”, dijeron los autores de la investigación. Error de cálculo ¿Un solo número realmente representa la capacidad de un individuo para recordar, razonar y pensar? Con esa pregunta en el horizonte, investigadores de la Universidad Western de Canadá y del Museo de Ciencia de Londres realizaron una investigación cuyo objetivo era dilucidar si existe una única medida de inteligencia que sirva para todas las personas por igual. Contaron con las respuestas de más de 100 mil internautas de todo el mundo: fueron sometidos a pruebas cognitivas que medían distintos aspectos de la inteligencia, como el razonamiento, la atención, la memoria y la capacidad de planeación. “La respuesta es un enfático no, según lo mostró el mayor experimento que se ha realizado con varias decenas de miles de personas”, concluyó el doctor Adam Hampshire del Instituto de Cerebro y Mente de la Universidad Western en Ontario. Los resultados fueron publicados en la revista Neuron e indican que las pruebas de coeficiente intelectual tienen “fallas fundamentales” porque no toman en cuenta “la compleja naturaleza del intelecto humano, con todos sus distintos componentes”. Hoy en día, muchos psicólogos insisten en la importancia de otros factores, como la inteligencia emocional, que juega un papel muy importante en el éxito profesional de las personas. Además, las personas encontraron que las personas aficionadas a los videojuegos obtenían mejores resultados en razonamiento y memoria a corto plazo; y que los fumadores tienen peor memoria a corto plazo y menor puntuación en habilidades verbales. ¿Qué nos hace más inteligentes? Diferentes investigadores alrededor del mundo se dedicaron a estudiar qué tareas o actividades mejoran la inteligencia de las personas. Algunas de ellas: * Conversar. Según un estudio de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, publicado en la revista Social Psychological and Personality Science, la conversación con otras personas puede mejorar el funcionamiento del cerebro y nuestra capacidad para resolver problemas. “Creemos que esto ocurre porque en ciertas interacciones sociales las personas tratan de leer los pensamientos de las otras y comprender sus perspectivas sobre los problemas o las situaciones”, indicó el psicólogo Oscar Ybarra, responsable del estudio, tal como publica MuyInteresante.es. Eso sí: si el tono de las conversaciones es competitivo, no tendrá beneficios cognitivos. * Hacer ejercicio físico. Aquellos jóvenes que hacen ejercicio físico con regularidad logran tener un coeficiente intelectual más alto, según se desprende de una reciente investigación de la Academia Sahlgrenska en Suecia. “Estar en forma implica que además de tener un corazón fuerte y gran capacidad pulmonar, tu cerebro recibe gran cantidad de oxígeno”, indicó Michael Nillsson, coautor del estudio. * Ir más tiempo a la escuela. Según un estudio de la Universidad de Oslo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, la educación en los primeros años de adolescencia puede afectar al cociente intelectual. La investigación se basó en el análisis de los test de inteligencia que el ejército noruego realizaba a los hombres aptos para el servicio militar

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