Biografia

Mi autorretrato de vida Nací el 10 de abril del año 1962 en Carahue, un pequeño pueblo de la ciudad de Temuco en Chile. Mis padres misioneros en esa zona agrícola y ganadera, formaron mi carácter de fe protestante y de sólidos principios cristianos. Mi padre me conectó con la Biblia y mi madre con la Educación. 

Corría el año 1966, estábamos en Santiago y una epidemia de poliomielitis afectaba a los niños de Chile, mi madre fue a vacunarme y el remedio fue peor que la enfermedad. La dosis fue superior a mis defensas y fui infectado por el virus de la misma inyección. Un año después salía del hospital Pediátrico Luís Calvo Mackena, con sistemas ortopédicos en mis dos extremidades inferiores. Creo eso cambio mi forma de ver la vida. Me enseñaron mis padres: “Hay que adaptarse al mundo y no esperar que el mundo se adapte a ti”. Ese principio me libero de las muletas y las barras, quedando en mejores condiciones de salud, – por la terapia física y la fe en Dios, solo con una secuela menor, que retarda mi caminar. Como digo a mis amigos: “No hay mayor poder para la rehabilitación, que la fe en Dios y una mente que rompe tus propias limitaciones.” 

Terminaban los años 70 ya estaba completamente insertado en el mundo educacional, cursando mis años de secundaria. En una sociedad en crisis política, donde la República era gobernada por el régimen militar. Sin libertad política pero con libertad económica. El país vivía la reconstrucción de todo su sistema económico y social. Tal vez fue mi concepción religiosa la que no me permitió ver más allá de sus acciones sociales. Había progreso, pero no justicia y muchos de mis pares, ni siquiera teníamos oportunidad de discutir en serio los temas de derechos humanos. Simplemente vivíamos nuestras propias expectativas y a eso dedicábamos la vida. 

La fe en esos años jugaba un rol potente en mis actividades juveniles. Sentíamos que la evangelización era nuestra primera tarea misionologica. En cientos de barrios pobres llevamos una palabra que cautivara el compromiso con Dios, su Reino y la salvación del alma. En los 80, la Universidad despertó mis instintos de liderazgo. Fue un desafío intelectual para mi fe y razón. En una mano mi Biblia, en otra las ciencias sociales. Desde Copiapó a Tacna, recorrí con un mensaje de Encuentro con Dios. Vi. como cientos de jóvenes se acercaban a la fe, en los campus universitarios confrontados con la Vida y Obra de Jesús y nuestro testimonio personal. 

Pero a mediados de los 80, Chile despertó del autoritarismo a la libertad política. Y fui impulsado a responder a esa convocatoria social. Un cristiano de fe en la política no era aceptado en las filas del protestantismo tradicional. Pero en mi había fuego por servir en ese campo del poder. Y entonces rompí con las tradiciones religiosas y lidere proyectos políticos estudiantiles y luego el año 87 la formación del partido Renovación Nacional en la ciudad de Arica, donde estudiaba la carrera de pedagogía en Historia y Geografía y la licenciatura en Ciencias Sociales. Fue el ex Ministro y Senador Sergio Onofre Jarpa quien me nombró presidente de la juventud de la primera región. 

Ya en los 90, volví a Santiago y mi mentor Alberto Kupfer Kupfer, me tenía otro desafió, estudiar Ciencia Política en el Universidad de Chile. Curse esos estudios de post grado y me gradúe con distinción. Eso me llevó al campo de la politologia, que me daría las herramientas para abordar los temas de gestión pública y municipal. 

A fines de los 90 ya había liderado el primer movimiento de base social cristiana protestante, ALIANZA NACIONAL CRISTIANA, que me llevó ser candidato a diputado por las comunas de Maipú, Cerrillos y Estación Central. Nuestra lucha era el principio de igualdad religiosa en Chile para todas las confesiones cristianas, veíamos que: “las conquistas de fe, que no se cuidan, terminan por perderse”. 

En los 2000, volvía del municipio y la política a la universidad. Habíamos perdido la elección parlamentaria, pero habíamos ganado una victoria histórica, en Chile todos somos iguales ante la ley. Sin distinción de credo, condición social, económica o cultural. 

Mi experiencia como Director de Planificación de una corporación municipal y en la acción política partidaria, me otorgaría una competencia práctica para el desarrollo académico universitario. 

Había viajado a los Estados Unidos, a estudiar en The Leadership Institute de Virginia Washington DC. Lo que me dio una cosmovisión de la tecno política y la academia, que me permitía avanzar en el conocimiento de como modernizar de los sistemas gubernamentales. 

Mi carrera académica se dio en la Facultad de Economía de la Universidad Diego Portales y la Vicerrectoria de Post Grado de la Universidad Andrés Bello y en la Dirección de Post Grados de la Universidad San Sebastián. En todas ellas como Director de programas de post Grado. 

Es en este periodo que realicé mis estudios de Doctorado en Ciencias Sociales, con mención en Relaciones Internacionales, en la Universidad de Santiago de Chile. 

Mis años en red con Universidades de Estados Unidos, me permitió dirigir el primer programa de Doctorado en Educación, `para Chile con Florida Christian University, del cual también soy egresado. 

En los 2000, fundé mi consultora Larrondo. Educación & Negocios y dos empresas de capacitación y desarrollo académico. Las que aún mantengo en línea y vigentes. 

Con Patricia, mi esposa hemos crecido junto a nuestros dos hijos varones. José Miguel y Daniel Andrés. Uno estudiando Ingeniería Comercial y el otro Derecho. 

En el 2013 ya somos abuelos de un genial nieto. Que marca el inicio de mis próximos 50 años de vida. 

Soy en síntesis, uno que ha sido tocado por Dios, para vivir y servir a la gente. Mi planeta con la tecnología se ha divido en dos. Uno para alcanzar el mundo y el otro para vivir la naturaleza y la sociedad, mano a mano con las circunstancias del día a día.