Fwd: LA BIBLIA Y LOS HOMOSEXUALES por Abraham Larrondo.Cientista Polìtico Universidad de Chile

El debate de los derechos homosexuales ha llenado las páginas de la prensa nacional e internacional. La Biblia  tiene un especial lugar en la orientación para detractores y promotores de estas concepciones liberales, de nuestra sociedad contemporánea. Sorprende el hecho que en la clase política, se resuelva en torno a la conveniencia o inconveniencia  electoral y no en torno a la filosofía, la cultura y la doctrina social que inspiran sus proyectos de estado.

He aquí algunas referencias del documento bíblico, para Evangélicos – Protestantes, Católicos y Libre Pensadores, en búsqueda de un juicio de opinión versado en el principal documento cristiano.

Respecto a la definición del género humano, el libro de Génesis 1:27, es categórico cuando dice: "Varón y hembra los creó". No admitiendo una expresión de otra naturaleza.

La primera versión de la Ley Mosaica revela que la práctica homosexual fue declarada abominable, cuando dice: "No te echarás con varón como mujer; es abominación "(Libro de Levítico 18:22).  Luego dice: "ni con ningún animal tendrás ayuntamiento amancillándote con él, ni mujer alguna se pondrá delante del animal para ayuntarse con él; es perversión." (Levítico 18:23). Con ello nos explica que: la expresión sexual, de aquellos que habían optado por relaciones  entre sus pares de un mismo sexo,  se desarrollaba en un contexto histórico en que determinados hombres y mujeres lo practicaban con animales (zoofilia). Uno y otro acto es reprobado en el Pentateuco cuando dice: "En ninguna de estas cosas os amancillareis; pues en todas estas cosas se han corrompido las naciones que Yo hecho delante de vosotros." (Levítico 18:24).

Llama la atención que en el comentario que se escribe al respecto diga: "y la tierra fue contaminada; y yo visité su maldad sobre ella, y la tierra vomitó sus moradores…" (Levítico 18:25). La pregunta razonable  es: ¿Podría la tierra contaminarse por los actos humanos, contrarios a la naturaleza del género humano? Finalmente el texto bíblico sentencia: "Guardad, pues, vosotros mis estatutos y mis ordenanzas, y no hagáis ninguna de estas abominaciones, ni el natural ni el extranjero que mora entre vosotros." (Levítico 18:26)

La ley escrita por Moisés es categórica y no deja lugar a dudas respecto a su condena al acto sexual entre personas de un mismo sexo, cuando determina que: "si alguno se ayuntare con varón como mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre" (Levítico 20:13).

En los escritos del  Nuevo Testamento, el Apóstol Pablo en una carta escrita a los cristianos en Roma Antigua declara: "…; pues aún sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra su naturaleza, y de igual modo también los hombres dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío". Es clave revisar tres conceptos que el Apóstol señala en su referencia: Primero que la relación sexual entre personas de un mismo sexo, es contraria a la naturaleza humana; segundo que es el resultado de la expresión de rebeldía del hombre respecto a su Creador; tercero que es un extravío de la naturaleza del hombre y la mujer, que tendrá su propia retribución en sí mismos.

Esto último permite reflexionar, si la frecuencia de enfermedades terminales que afectan a personas que practican las diversas formas de homosexualidad, son el resultado de sus acciones contrarias a su propia naturaleza.

Si bien el documento bíblico condena el acto homosexual, no margina a la persona que manifiesta dicha conducta. Porque enfatiza: "…que los que practican tales cosas." Como aquellos que: "…se complacen con los que las practican". Conociendo de esta reprobación, continúan practicando tales actos sin importarles tal juicio, aunque sea de muerte. Puesto que dice: "que los que practican tales cosas son dignas de muerte" (Romanos 1:32).

Observe el lector que el Apóstol Pablo no está hablando desde la Ley Mosaica, sino desde el Evangelio de Jesucristo. Que en esencia es Verdad y Perdón. Por lo que si bien reprueba la conducta homosexual, no rechaza a la persona que incluso asumiendo su condición homosexual, se abstiene de practicar conductas homosexuales. Por esto dice: "No erréis;… ni los afeminados, ni los que se echan con varones…, heredaran el Reino de Dios" (Primera Carta a los Corintios 6:9). En consecuencia, en su esencia  la doctrina bíblica consiste, en que nadie debe practicar la homosexualidad, aun cuando su tendencia lo impulse a ello. Lo que se condena es la práctica homosexual. No la persona que aún siendo homosexual, no practica la homosexualidad. Sino que en concordancia a sus principios, se abstiene de practicar conductas de esta naturaleza o no se complace con los que las practican.

Por lo que el Apóstol Pablo afirma categóricamente en el documento bíblico: "Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, (apartados) ya habéis sido justificados (perdonados) en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios." (Primera carta a los Corintios 6:11).

Con lo anterior el documento bíblico, reconoce la capacidad de revertir la condición del que practica la homosexualidad. Si bien existe una tendencia homosexual en algunas personas, ello no es una conducta irreversible e imposible de modificar por la eventual existencia de un factor genético y/o cultural que determinaría su personalidad. Por cuanto dice: "Y esto erais algunos" (Primera de Corintios 6:11).

Utilizando la misma referencia de lo que antes eran, pero en un contexto más genérico, relacionando todas y cada una de las conductas humanas, que se divorcian de los principios cristianos dice: "entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira lo mismo que los demás. (Efesios 2:3).  Explica con ello la facultad que tiene toda persona de cambiar sus conductas a un determinado orden natural sustentado en la misma genética  del Creador. Por lo que luego sentencia: "Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estebáis lejos, habéis sido hechos cercanos."  (Carta a los Efesios 2:13).

Es interesante que esta misma afirmación, que dice relación con la capacidad que tiene la persona homosexual de cambiar su conducta, este hoy desarrollándose en una teoría psicológica expresada en los estudios clínicos del Psicólogo Holandés Gerard JM. van den Aardweg quien: "asegura que la homosexualidad responde a un trastorno psicológico y que él puede revertirla a través de un tratamiento" (Diario El Mercurio de Chile, pagina A 17, domingo 10 de octubre de 2004). En el mismo periódico señala la psicóloga Mariely Said que: "es posible tratar a homosexuales para que cambien su orientación, a través de un tratamiento terapéutico que aborda los factores psicológicos de su condición. Luego dice que: "…el común denominador de quienes experimentaron un verdadero cambio es el deseo de hacerlo y de enfrentar los dolores del pasado."

En el mismo texto, el Psiquiatra Rodrigo Labarca señala que: "Si hay un homosexual con una gran motivación por cambiar, eso ya lo hace distinto el resto," y continúa diciendo que "pues el homosexual genuino no desea cambiar porque siente que esa es su condición natural; lo que desea es ser aceptado". Esto ultimo coincide plenamente con el documento bíblico cuando dice que: "de la misma manera, los hombres han dejado sus relaciones naturales con la mujer y arden en malos deseos los unos con los otros. Hombres con hombres. Cometen acciones vergonzosas, y sufren en su propio cuerpo el castigo merecido por su perversión" (Carta a los Romanos 1:27). Por lo que también el documento bíblico reconoce la existencia de personas que no modificarán su conducta homosexual, porque para ellos es una decisión de vida, aun cuando ello signifique ir contra los principios de vida que rigen la naturaleza humana.

Llama la atención la sentencia bíblica cuando dice: "y sufren en sus propios cuerpos… por su perversión." Lo que tal vez explique el porqué de la existencia de enfermedades terminales, como el Sida y otras de carácter orgánico, se manifiesten con mayor frecuencia en personas que practican la homosexualidad como opción de vida.

El documento bíblico es revelador en cuanto a que la sexualidad es un atributo del Creador para el género humano; sin embargo cuando se refiere a expresiones de la sexualidad carentes de sentido o en discordancia a la propia naturaleza humana, construye un paradigma orientador que permite reconocer una ética sustentada en la esencia de principios de vida que activan resultados congruentes a las acciones de los hombres. Por lo cual dice: "Porque las cosas invisibles de El, su eterno poder y Deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa". (Carta  a los romanos 1:20)

Señalando con ello que basta mirar el orden universal de las cosas hechas, para comprender los principios que lo sustentan y que se expresan en todo el orden natural. Por lo que criticando la ausencia de una concepción racional y empírica que se hace evidente por "las cosas hechas" concluye frente a los que cambiaron su orden natural que: "… se envanecieron en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido" (carta a los Romanos 1:21).

Por lo que si bien en  el documento bíblico hay una "alternativa terapéutica" para aquellos que optaron  una condición homosexual, lo cual facilitaría mayormente su integración social, de ellos mismo dependerá en definitiva, el que   resuelvan por una expresión sexual acorde a los fundamentos cristianos bíblicos, que proyectan trascendencia y sustentabilidad.